sábado, 29 de mayo de 2010

Un ejemplo del no-diseño




El tema del coche eléctrico está muy caliente. Su implantación será un cambio muy importante que afectará a muchos ámbitos. Gobiernos de diferentes países, incluido el nuestro, tienen planes de inversión en este sector. No será una revolución pero la industria del automóvil recibirá una sacudida. Pueden aparecer nuevas marcas, se impulsarán nuevos sectores de fabricación. Cambiarán muchos focos de atención en el diseño y desarrollo de coches. Ayer hablaba con un amigo que trabaja en el departamento de diseño de una firma de automóviles y me decía que los cambios afectaran a la visión que tenemos del vehículo, la velocidad ya no será lo importante, aparecerán funciones nuevas y los valores de este gran objeto sufrirán una transformación. Una nueva oportunidad para el diseño y oportunidades múltiples para nuevas industrias.
El tema de los cargadores de energía es otro tema estratégico. Los cargadores particulares entran en la categoría de los electrodomésticos pero los públicos en el ámbito del mobiliario urbano y en este aspecto las empresas del sector empiezan a tomar posiciones. Es lo que se pudo ver en el Primer Salón del Coche Eléctrico celebrado la semana pasada en IFEMA. Algunas firmas apostaban por modelos de carga mediante prototipos o primeras series de productos plenamente funcionales, otros como Endesa y Telefónica (?), en un alarde de imaginación del creativo de la agencia o fruto de la racanería para invertir en prototipos experimentales ofrecía en prensa la imagen que encabeza el artículo: un alarde en el arte de enseñar y no decir nada. Gasto de la propuesta: unos vinilos serigrafiados y tres metros de cable eléctrico. Mal asunto si dos de las principales empresas del país cuando anticipan nuevos productos lo hace de esta forma.

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