sábado, 26 de enero de 2013

Un homenaje más allá del nombre

En la Feria IMM de Colonia la firma BD Barcelona ha presentado el Banco B de Konstantin Grcic anunciado como un homenaje a los clásicos del diseño y más concretamente a la Silla Barcelona de Mies. Se trata de una extraña operación por repetida después de la "evocación" de la estantería Hipostila de Clotet-Tusquets con la Mesa B en la serie perfiles. ¿Era necesario tomar el detalle icónico de las patas de la butaca de Mies y reproducirlo de una manera tan evidente? ¿Necesita Grcic utilizar estos referentes explícitos? ¿no seria más interesante investigar nuevas tipologías formales que utilizar el recurso algo inquietante del "revival"?. Admiro la trayectoria de Grcic y me resulta chocante que haya aceptado este rol que, comercialmente puede dar sus frutos, pero deja una extraña sensación.

sábado, 5 de enero de 2013

Microcotxes de Barcelona. Paralelismos y frustaciones


Hasta el 15 de Marzo se exhiben los coches de la colección Claudi Roca en el espacio Fabra i Coats  (Sant Andreu) en la exposición "Lenginy de Postguerra. Microcotxes de Barcelona". Una muestra de unos quince vehículos impecablemente restaurados con un montaje sobrio pero muy correcto e interesante. La muestra me sugiere varias reflexiones. Una de ellas es lamentar las circunstancias políticas y sociales de la posguerra que penalizaron iniciativas empresariales e industriales como represalia. Por este motivo se ahogaron iniciativas en el sector de la automoción, y en muchos otros, que habrían podido fructificar en una industria autóctona. Ya la había antes de la guerra y los intentos imaginativos y meritorios de la posguerra hubieran podido conducir a otra cosa más que la mera ubicación de plantas de montaje de otros países. Otra reflexión es el paralelismo existente entre las tipologías de los microcoches de la posguerra y la aparición de vehículos eléctricos y prototipos para una nueva movilidad urbana. Comparen estas dos imágenes que encabezan el blog. Entre ambos coches hay una distancia de 60 años. La tercera reflexión es sobre la posibilidad de que la sustitución de motores térmicos por motores eléctricos permita generar una nueva industria automotriz autóctona aprovechado el know-how que tiene nuestro país en este sector. Quizás se trata sólo de un deseo nostálgico sin ningún fundamento. Por último me gustaría que la exposición que comento pueda tener una ampliación con otros ejemplos de vehículos (motos, camiones,..) proyectados en aquellos años, con la aportación de material gráfico y documental que ilustre todo un proceso de creación de la industria de automoción de nuestro país. Visiten la muestra que invita a la reflexión sobre nuestra historia industrial extensible a otros ámbitos. Los microcoches son estimulantes para la imaginación.