Visito la nueva tienda Apple en Barcelona situada en el Paseo de Gracia esquina plaza de Catalunya. Confieso que lo único de Apple que tengo es un Ipod que aún utilizo muy a menudo. Me ha gustado la sobriedad del diseño interior, propia del interiorismo corporativo, y la calidad de los materiales: vidrios, piedra y madera. Aunque no he comprado nada todo el personal me ha saludado muy atentamente, otro detalle corporativo que se agradece. Otro tema que me ha hecho reflexionar ha sido el tratamiento de la piedra de la fachada. Parece ser que fue desmontada piedra a piedra, restaurada y vuelta a colocar. Este tema ya motivó algún comentario en prensa hace un tiempo sobre el hecho de que a Apple le permitían “cargarse” el nivel bajo de una fachada de edificio catalogado. No ha sido así, sino una intervención quirúrgica de rehabilitación. Tenemos la piel demasiado fina y la crítica rápida y precipitada. También se criticó el “trencadís” modernista con la imagen de la marca otra susceptibilidad herida. El imaginario de Barcelona tiene estos signos y creo que deberían suscitar menos recelos ya que seguimos necesitados de valores reconocibles. Para desgracias tipográficas, y de imagen en general, los equipamientos de los deportistas olímpicos españoles.
martes, 7 de agosto de 2012
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