domingo, 10 de enero de 2010

Una extraña solución




El mobiliario urbano de Barcelona ha sido un tema que ha estado en el punto de mira de las instituciones y naturalmente de los usuarios desde hace más de veinte años. En muchos casos la política municipal de implantación y renovación de estos elementos ha recibido muchos elogios, pero también criticas afiladas, pero lo cierto es que el equipamiento urbano de Barcelona constituye una referencia desde antes de las Olimpiadas del 1992.
Uno de los elementos que perdura y ha llegado a convertirse en un mueble símbolo de la ciudad es la parada de bus o marquesina Pal•li, diseño de Martínez Lapeña, Elías Torres y Josep Lluís Canosa, merecedora de un Delta ADI FAD en 1988. Con el paso del tiempo ha mejorado algunos detalles pero en esencia es el mismo diseño original.

Después del verano hemos podido presenciar unas intervenciones en la mayoría de paradas de bus de la ciudad, marquesinas y postes, que fundamentalmente han consistido en la implantación de un suelo para guiar el acceso al bus a usuarios invidentes. De esta aplicación, usual en los andenes del metro y realizada con elementos de pavimento, sorprende el material utilizado y su forma de implantación: goma tipo Pirelli pegada al suelo con adhesivo. Esta sorprendente solución tiene a primera vista un problema de seguridad. Cuando el adhesivo pierda eficacia –ya he visto tramos despegados en algunas paradas- constituirá un obstáculo muy importante para los peatones. En segundo lugar existe un problema estético derivado de la misma naturaleza del material su desintegración con el contexto y su probable degradación con el uso y el paso del tiempo teniendo en cuenta que está a la intemperie.

A mi modo de ver esta intervención es un error y sorprende que se haya generalizado como una solución válida para todas las paradas. Tan acostumbrados que ya estamos a ver levantado el suelo de las aceras ¿era mucho más caro haber realizado esta aplicación con material de pavimento? Quizá de entrada si que lo era pero su permanencia y durabilidad estaban más asegurados. ¿Deberá hacer frente el ayuntamiento a una ola de denuncias cuando la gente empiece a tropezar por culpa de partes de suelo levantadas?

En cualquier caso, deseando que no ocurra nada y todo sea un temor infundado, si que debemos lamentar una intervención que, sin lugar a dudas, es un paso atrás en la política de implantación de mobiliario urbano de la ciudad de Barcelona, por decirlo llanamente es una chapuza.

3 comentarios:

  1. Hola. Yo soy una persona invidente y puedo comentarte que la utilización de este material tiene ciertas ventajas, la primera, es que según nos han comentado técnicos del ayuntamiento, la decisión de utilizar este material es por que las paradas de autobús, dicen, cambian con frecuencia de sitio, por obras o por cambios de trayecto en algunas líneas, etc. Hacerlo con este material facilita pues, el traslado de las marcas de goma. Por el contrario, si fueran hechas al pavimento, a parte que el coste sería mayor, seguramente cada dos por tres nos encontraríamos una marca al suelo que ya no indica parada porque ha desaparecido.
    Por otra parte, y desde mi punto de vista como usuario, más importante, el tipo de material utilizado es fácilmente detectable con el bastón. Los encaminamientos hechos en el pavimento en los pasos de peatones de la ciudad cuestan algo más de detectar puesto que son del mismo material que el suelo.

    De ello, pues, se deriva otra ventaja, es que así podemos diferenciar cuando una marca nos indica una parada de bus, de cuando nos indica un paso de peatones.

    Las marcas hechas en el metro si se detectan bien con el bastón ya que generalmente el suelo es totalmente liso, cosa que no ocurre en las aceras.
    En cuanto a si se despegan o no, si se degradan o no, pues no sé si este es el material óptimo, en cualquier caso no soy técnico, pero el buen mantenimiento debería ser un punto clave. No estoy seguro, pero en algunas marcas me ha parecido notar con el bastón, últimamente, como tornillos o algún tipo de anclaje al suelo.

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  3. Hola Xavi,
    Gracias por tu comentario. Me ha impresionado que un usuario tan indicado responda a esta entrada. Los argumentos funcionales que ha dado el Ayuntamiento son correctos y reconozco que las cualidades del material apoyan las funciones de reconocimiento y versatilidad que mencionas.Con los años y la experiencia profesional cada vez tengo mas dudas sobre lo que al final es caro o barato en materia de instalaciones. Ver como se hacen intervenciones repetidas en el medio urbano abriendo y cerrando aceras, instalando y desistalando elementos, etc...,hace que tenga dudas sobre si la solución aplicada, en este caso a las paradas de autobús, sea la más adecuada a largo plazo. Acepto como buenas las cualidades que has mencionado pero sigo pensando que era posible proponer una mejor solución en línea con la calidad del mobiliario urbano y la accesibilidad de la que Barcelona se ha convertido en un modelo reconocido internacionalmente.

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